BIENVENIDOS A LA TABERNA DE RACKHAM

¡Bienvenidos a esta nueva taberna virtual!:

Soy Rackham the Red, un pirata actual, que busca sus tesoros a través del extenso océano de internet. Y mientras busco, dejo en esta taberna que he podido montar, retazos de mis conversaciones, de mis escritos, de lo que vivo, a disposición de todo aquel que lo necesite.

Hay cosas mías en otras pequeñas islas que he ido montando, como refugios ocultos. Y también hay imitadores, puesto que este nombre que he elegido perteneció a otro pirata famoso allá por el s. XVIII. A los que somos tocayos, suerte con las marejadas que os toque capear, y a mi "antepasado", espero no decepcionarle en esta navegación que he elegido. Aunque tampoco soy mala en los mares de verdad, pero prefiero veleros algo más pequeños que los que él llevaba, y no tener que robar el barco. En cuanto a la tripulación, no necesariamente tiene que ser como Anne Bonny y Mary Read. Simplemente me vale que estén a gusto, y pueden embarcar en esta aventura todos los que quieran. Y bajar del barco-taberna cuando se quiera.

Sin más, deseando que les guste, cierro esta introducción...

Rackham the Red

jueves, 11 de agosto de 2022

Cocinando... Pasta choux

 

Resultados obtenidos en la cocina:


Con un relleno de puerros y gambas al ajillo:

Aquí rellenas de mermelada de naranja amarga:

Emplazadas y relleno salado:


Horno usado en la elaboración. Parece broma, pero sirve:

Aquí la clásica con nata:

martes, 25 de enero de 2011

CAPERUCITA ROJA, S. XXI

Nueva versión del cuento, actualizada para estos tiempos modernos. Próximamente sacaré el archivo en texto, en consideración a las personas que no pueden oírme.




TEXTO:

CAPERUCITA ROJA:

Érase una vez, en un país muy cercano y hoy en día una niñita. Vivía con su madre, porque su padre se había ido con otra mujer, y la madre, divorciada y con dinero que cobraba todos los meses por la niña, mantenía un estátus social más que aceptable. La niña, consciente de eso, sacaba tajada de la situación, y la última vez que estuvo con papá le dijo que quería una gabardina roja para la lluvia y el frío, a lo que el padre aceptó, porque el tema de las custodias estaba cada vez peor, y el chantaje emocional a la orden del día. Por eso todos la conocían como Caperucita Roja, porque la gabardina era de un precioso tono rojo brillante, con una caperuza o choto que le quedaba algo grande.
Un día la mamá habló con su hija:

- Caperucita, hija, tienes que ir a llevarle a la abuela algo de dinero y estas sobras de la comida. Ya sabes que ella no tiene más que la mitad de la pensión del abuelo, porque es viuda, así que habrá que echarla un cable.

- No quiero, la abuela huele mal, está chocha, siempre me sirve un asco de bebidas y no tiene coca-cola, y vive es un asco de barrio pobre nada pijo.

- A ver, o vas tu, o la tenemos que meter en una residencia. Hija, la vida es así de dura, y la abuela no se lo supo currar. Pero no seré yo quien mueva un dedo por ella, que bastante tuve con aguantar al idiota de tu padre, y currarme que me pague todos los meses el dinero del que vivimos, que no quiero tener que volver a trabajar. Así que te toca ir a llevarle las sobras y algo de dinero para que no nos de la tabarra por teléfono.

Caperucita, resignada cogió la bolsa ecológica y reciclable donde su madre había puesto todo, y se dispuso a ir a aquella zona deprimida que tanto la asqueaba.

- Hija, que no se me olvide, ándate con cuidado con el Yonki Feroz, que me han dicho que anda suelto otra vez de la cárcel, y muy necesitado de dinero para su dosis. No vaya a ser que te raje por un quítame allá esas pajas, ¿vale?

Caperucita salió del barrio pijo con el paquete, pensando que tenía muy mala suerte, porque en vez de ir de compras o estar manipulando a su padre tenía que ir a cuidar a una anciana que sólo servía para chupar media pensión al estado y que no aportaba nada a la sociedad. Atravesó la calle principal del pueblo, y se metió en la zona deprimida que acababa en un barrio chabolero. Justo al doblar una de las calles apareció el Yonki Feroz.

- ¿A donde vas, Caperucita?
- A casa de mi abuelita.
- ¿Llevas pasta?
- No, le llevo las sobras de la comida.- Mintió tranquila.- Ya sabes que nosotros no tenemos mucho dinero, así que ayudamos como podemos a la abuela. Bastante que podemos darle algo de lo que nos sobra.- Dijo con cara angelical.

El Yonki Feroz, que no era tonto, se dio cuenta de que en plena calle y a esas horas no podía cometer un atraco, había demasiada gente. Así que urdió otra estratagema.

- Oye, ¿y por qué vas por aquí a casa de la abuelita?
- Siempre he ido por aquí, es el camino que conozco.
- Pues hay un atajo. Están haciendo unas obras en la calle Libertad, que está cortada al paso, pero si saltas las vallas que han puesto, enlazas directamente con la calle Rostroduro, y de ahí a donde vive tu abuelita, el Paseo del Pringado, es cosa de 100 metros.
- ¡Muchas gracias, no sabía esa posibilidad!

Mientras Caperucita pensaba en la reinserción de los yonkis y la efectividad gubernamental en estos ámbitos, el Yonki Feroz aceleraba la marcha para ir rápido a la casa de la abuelita. La había desviado un poco, y con los obstáculos de vallas tendría para un rato, tiempo justo de entrar en la casa de la abuelita. Llamó a la puerta, y la abuelita abrió. Como la seguridad social tenía estipulado que para operarla de cataratas tenía que tener una pérdida del 99% de la visión y ella sólo había perdido un 85% no veía ni un pijo, así que le dejó pasar.

- Abuelita, te he traído este paquete de comida.- Dijo el Yonki Feroz, dejando un fardo de ropa sucia que llevaba sobre la mesa.
- Muchas gracias pequeña. ¿Quieres una gaseosa, o prefieres un café?
- Un café, abuelita, si puede ser.
- ¡Qué amable estás hoy, hijita! Así da gusto.

Mientras la abuelita se giraba y buscaba al tacto todo lo necesario para preparar el café, el Yonki Feroz hizo planes con rapidez. No quería que le acusaran de asesinato con alevosía, así que para evitar esa posibilidad y que en el peor de los casos todo quedara en homicidio involuntario sin allanamiento de morada, abrió con fuerza uno de los armarios de la cocina, golpeando a la abuelita en la cabeza. Como estaba cegata, todo el mundo pensaría en un accidente, y se haría una campaña para que las personas mayores tuvieran una atención en residencias en cuanto empezaran a tener una merma en sus condiciones físicas. Fue al dormitorio de la abuelita y se puso algo de la ropa de ella. Se colocó una peluca y se espolvoreó la cara con algo de harina. Puede que la abuelita estuviera ciega, pero Caperucita no, y tenía que conseguir que entrara en la casa y no sospechara. A la abuela ni moverla, que luego se darían cuenta de que alguien había movido el fiambre. El tiempo justo de travestirse, y sonó el timbre.

- Pasa hijita, he dejado la puerta abierta porque me encuentro mal. He llamado al médico de la seguridad social, y me han dicho que cuando termine con las consultas pasará a verme. No entres en la cocina, que he vomitado antes y no he podido fregarlo de lo mal que me siento.

- Tranquila abuela, que no voy a entrar en la cocina.- “Qué asco de vieja” pensó Caperucita mientras decía lo anterior.- Te he traído algo de comida y un poco de dinero, que mamá supone que la pensión ya se te habrá acabado, pero mucho no te ha podido dar. 50 euros para lo que queda de mes, así que estíralo.

“50 euracos, un par de gramitos de farlopa. Ni tan mal, y encima comida.” Pensó el Yonki Feroz.
La niña entró en el dormitorio y vio un bulto informe en la cama cubierto de harina y con aspecto raro...

- Abuelita, si que debes andar mal, tienes la voz de pena. No deberías fumar a escondidas.
- Si hija, si.- “A ver si deja el paquete y se pira ya de una vez.”

- Abuelita, estás fatal de aspecto, y llena de harina. Deberías irte al salón de belleza y a la pelu alguna vez. Así no se puede estar.
- Si hija, si.- “Qué cría más impertinente”.

- Abuelita tienes los ojos inyectados en sangre, deberías dejar de hacer punto, que no sirve para nada y por eso te estás quedando ciega, y descansar viendo un poco la tele...
-Si, hija, si.- “¿Pero qué puñetas quiere esta cría que no se marcha?”

- Abuelita, ¿desde cuando tienes dos dentaduras postizas? Porque te veo sonreír con dientes y tienes el vaso en la mesilla con la dentadura postiza en agua, que por cierto eso se deja en el wáter, no en la mesilla de noche...

El Yonki Feroz, viéndose descubierto en su disfraz, no dudó un instante. Un buen puñetazo a Caperucita para dejarla inconsciente. Vio como la niña se golpeaba la cabeza contra una mesilla, y caía con el cuello en una postura que no era muy natural. El Yonki Feroz, que sabía cuando había problemas a la vista, cogió el paquete con sobras y dinero, registró rápidamente la casa llevándose todo lo de valor que pudo, y desapareció de la escena del crimen.

Epílogo:
Periódicos del día siguiente: Otro nuevo caso de presunta violencia doméstica. Ayer la policía descubrió los cadáveres de C.R. y A. en la casa de ésta última. Se sospecha del padre de la primera, porque la madre le negaba el régimen de visitas, y se cree que se acercó a la casa de A. para aclarar la situación...

lunes, 5 de octubre de 2009

MILITARES ESCOLTAS DE BARCOS

Esta vez toca entrada escrita. No quiero abusar, pero la falta de tiempo es tan grande que no me dá tiempo a grabar nada. Aquí dejo mi comentario y un enlace a un documento sacado de mi biblioteca personal. Gracias, y espero poder grabar enseguida otra vez.

Y seguimos viendo cómo nuestros buques son atacados ante la impasibilidad de los políticos. Supongo que las tornas cambiarían si fuese el hijo de la señora ministra de Defensa el que estuviera en un buque, indefenso. Ya sabemos cómo son de susceptibles los políticos cuando se mienta a sus hermanos, madres y parentela diversa, aunque parece que muchos de ellos ignoran la figura del padre, vayan Ustedes a saber por qué.

Recuerdo cómo los primeros políticos de EE.UU. se llamaron padres fundadores. La idea era crear una nueva nación, ayudarla en su nacimiento, y dotarla de libertades, derechos y obligaciones. No me meto en analizar cómo anda ahora EE.UU., pero desde luego, los primeros políticos fueron padres: velaban por la nación, sin imponer nada más allá de lo justo y necesario.

Lo que tenemos nosotros son cuatro cretinos que hacen demagogia barata, y en lugar de moverse para mejorar las condiciones de la nación, se mueven para acomodar mejor el trasero a la poltrona.
Y ahora, la revelación que estaban esperando: en España ya se han usado militares en navíos mercantes y de pasajeros, señores. No es novedoso. Data de 1938. Aquí tienen si no la prueba. Porque además de pirata y corsario, sé algo de historia. Las demagogias no valen, sólo cuenta la voluntad de hacer, y lo que se intenta llevar a buen puerto. Claro que entre tantos filibusteros, es difícil que lleguen a hacer nada..
http://ia311024.us.archive.org/3/items/EscoltaDeBarcoEn1938PorMilitares/documsoldadoguardabarco.jpg

jueves, 17 de septiembre de 2009

Rackham the Red y las leyendas del mar

De vuelta de vacciones, voy a intentar narrar algunas leyendas sobre el mar, con algo de funk de fondo. Concretamente la primera pieza es todo un clásico: Señor Blues de Horace Silver. La segunda, más moderna, se titula flight affair, de Funk for sale. Otro día habrá más música y más leyendas de la mar.

La recomendación del barman hoy es una buena pinta de cerveza, y para picar un excelente pintxo de mousse de roquefort, o bien una tapa de mejillones al vapor con laurel.
Espero que lo disfruten.

lunes, 13 de julio de 2009

SITUACIONES RAYANAS EN VERGÜENZA AJENA/ABSURDO

Veamos... Recopilación de situaciones absurdas y ridículas, además de cotidianas. O que se repiten con cierta frecuencia. Para evitar siempre charlar de cosas cultas, que no siempre está uno liado con cosas importantes, y cualquier pequeñez puede convertirse en un momento atroz en la vida.
De fondo Stephane Grappelli y Yehudi Menuhin casi todo el rato. Espero que lo disfruten y se rían, tal vez recordando esos momentos que creo que a todos nos ha tocado tragar en esta vida.
Mi recomendación de dueño del bar para esta entrada es un mojito con unas gotas de paciencia. Que lo disfruten.

viernes, 10 de julio de 2009

EL SAXOFÓN


He aquí un pequeño comentario sobre el saxofón, sus orígenes... Un poco cajón de sastre, pero con algunos apuntes interesantes a tener en cuenta, y sobre todo, la música de fondo que se puede escuchar, de Boots Randolph; saxofonista fallecido el 3 de julio del 2007, y autor de la celebérrima melodía Yakety sax.
Espero que disfruten esta pequeña aportación mía acompañados en condiciones. Disfrutenlo con un buen grog, o en su defecto, con lo mejor que encuentren.

KAMASUTRA CATÓLICO Y DEMÁS...

He aquí una noticia que salió en prensa y que me dejó trastocada porque eso de hacer un kamasutra versión católica, o no lo explicaron bien, o yo lo entendí mal, o la tercera opción es que andamos mal de la chaveta.
Pueden escuchar mis opiniones de pirata al respecto, y discrepar todo lo que quieran, pero yo no doy tantas vueltas a una cama, ni siquiera cuando no puedo dormir.

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